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Viajar al eje cafetero es más que un plan turístico. Bien dicen por ahí que hoy por hoy los viajeros más que buscar hoteles 5 estrellas, buscamos experiencias inolvidables. Si te gusta el café y el paisaje de montaña, el paisaje cultural cafetero te ofrece muchas actividades de todo tipo y para todos los gustos.
Cuando inicié mi recorrido hacía esta zona del país, jamás imaginé lo que estaba por descubrir y lo enamorada que estaría de sus paisajes, su olor y su gente. Todo es casi familiar, como sentirse en casa rodeado de una belleza inimaginable.
Comencemos por recordar que El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia fue incluido en la Lista mundial de patrimonio de la Unesco el 25 de junio de 2011, durante la 35a sesión del Comité de Patrimonio Mundial y durante más de 150 años, el cultivo del café ha sido uno de los principales referentes económicos y culturales para la región de los Andes centrales colombianos.
Esta zona del país compuesta por los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca combina naturaleza exuberante y biodiversidad, además la caficultura es asumida más como un estilo de vida que como una práctica productiva, lo que sin duda pone un toque de magia a cada rincón. Es una tradición que con el tiempo suma una riqueza cultural capaz de ofrecer más que atracciones turísticas y gastronómicas.
Saborear el mejor café del mundo
El Paisaje Cultural Cafetero tiene algo que hace su café único. Estos cafés especiales son cultivados entre los 1.000 y 2.000 metros de altura. Los turistas y visitantes pueden catar algunos de los más exclusivos cafés del mundo.
Lo más increíble es que son cultivados en esas empinadas montañas por cafeteros auténticos que permiten al visitante vivir la experiencia de conocer los cultivos y el proceso alrededor de esta tradición. Mejor dicho, de la semilla a la taza.
Ubicado en la zona central cafetera, con una temperatura promedio de 21º y más de 25 atracciones tanto mecánicas como culturales se encuentra el Parque Nacional del Café, un recorrido por la cultura y las costumbres de una tradición que se extiende sobre el territorio del departamento del Quindío; marco de un destino turístico que ofrece a los visitantes un espacio de sano esparcimiento.
Disfrutar de la naturaleza y paisajes únicos
Al recorrer el Paisaje Cultural Cafetero se pueden apreciar colinas, valles y bosques de niebla misteriosos que muestran una frondosidad impactante. Si eres un amante de la naturaleza, puedes disfrutar de paisajes únicos y practicar una amplia variedad de actividades con distintos niveles de dificultad.
Esta región atravesada por la cordillera de los Andes, permite ascender a más de 4.000 metros de altura y se contemplan paisajes volcánicos y ecosistemas tan singulares como el páramo.
Un ejemplo de esta belleza natural es Salento, un municipio en el Quindío conocido como la Cuna del árbol Nacional «La Palma de Cera», es allí donde encontrarás el Valle de Cocora, un paisaje imponente con árboles que llegan a superar los 60 metros de altura. ¡Un paisaje de película!
Si lo que buscas es una experiencia de altura, El Parque Nacional Natural Los Nevados que se encuentra ubicado en la Cordillera Central en la Región Andina de los Andes comprende los pisos térmicos de frío, páramo, superpáramo y nieve, por lo cual sus ecosistemas principales son los bosques andinos, páramos y glaciar. Incluye además las cuencas hidrográficas de algunos ríos.
¡Toda una experiencia natural llena de diversidad!
Esto dicen nuestros visitantes
Juliana Malagón
“Un lugar encantador y paradisiaco, rodeado de mucha naturaleza y además la comida es deliciosa y la atención increíble. Lo recomiendo sin dudarlo.">”
Aprender sobre oficios auténticos
En la tierra del café, los oficios más tradicionales llevan décadas y esperan perdurar en el tiempo. Con su variada gastronomía podrás disfrutar de sus famosos chorizos, la bandeja paisa, el infaltable café o los patacones paisas.
Encontrarás las famosas cestas de Filandia o el sombrero aguadeño. Estas fibras naturales se producen en la región, así como los finos detalles en los calados de Ansermanuevo, en los telares manuales de Sevilla y en los de calceta, en Caicedonia.
También, puedes explorar y aprender acerca la siembra y cosecha de los alimentos que se producen en esta zona, como el oficio de los campesinos caficultores o internarte en cultivos de plátanos para vivir de primera mano el proceso de siembra y cosecha, con actividades como el tour del plátano.
Toda esta amplia variedad de entornos, permiten todo tipo de experiencias incluidas el senderismo que tiene su inicio en bosques de niebla, para terminar en volcanes con nieves perpetuas, volar en parapente sobre valles y cafetales, o desde tirolinas vertiginosas, cabalgatas auténticas por caminos rurales, atravesando ríos, fincas ganaderas y un sinfín de paisajes. Como verás es una oportunidad de vivir mil experiencias en un solo lugar.
Con información de Guía turística, “Rutas del paisaje cultural cafetero, Mil experiencias, un destino”.
